¿Por qué?
Soy Estefanía Cortijo Corella y después de más de 20 años de oficio, la búsqueda de mi lugar como artista y profesional se concreta: hay un lenguaje, un poso, un canal, un compromiso, una necesidad, un brillo.
Bajo el mandamiento de lo personal es político, trabajo con el material de mi propia experiencia para dar voz a lo invisible, haciendo el viaje de lo individual a lo colectivo. Material risible con pellizco en la entraña.
El espectáculo está ubicado en la fábula de un juicio y habla de los juicios y prejuicios, internos y externos, de cómo nos salvamos y condenamos a diario.
Se sustenta conceptualmente en: el feminismo como teoría y práctica política y filosófica; la reivindicación de la maternidad como ingrediente esencial de la propia vida; salud mental, ese frágil equilibrio entre la fantasía bien ubicada y lo patológico; la obra plástica, que complementa y enriquece la narrativa escénica. Todos estos ingredientes dialogan y se funden en escena, sugieren e invitan al público a la reflexión, desde el humor.
¿Por qué un solo? Me veis a mí pero estamos muchas, una asamblea constante de doce personajes que, indistintamente, buscan lo mismo: verdad y justicia.